miércoles, 4 de agosto de 2010

ARDE DISCO ARDE

Hace más de diez años aprendí, cuando trabajaba en una casa disquera de la localidad, a manejar los programas de edición, grabación y quemado de discos compactos, me pagaban por eso y debo decir que en ese tiempo tuve esa suerte, porque en algunas escuelas privadas cobraban como tres mil pesos por aprender a utilizar el Cool Edit Pro. Y yo aprendí dos más; Sound Forge y Audiolab.

Ha pasado el tiempo y la tecnología no descansa y en ese afán hedonista, se han desarrolado nuevas aplicaciones que hacen estos trabajos de producción que en lo análogo, te podías tardar la mitad de un día.

Cuando usé un quemador, sólo admitía los archivos de onda. Ahora a partir de archivos comprimidos como el MP3 y el WMA, se puede hacer un disco en formato CD Audio, es decir, para escucharlo en un reproductor compacto convencional.

Sinceramente, no le veo caso a juntar más de cien canciones en un sólo disco o en una memoria USB. prefiero tener todo por álbum, pero de eso hablaré en la próxima entrega.

Por lo pronto estoy como infante en dulcería, indagando por música para poner a girar.

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